En México estamos muy poco acostumbrados a la cultura de la prevención, por lo que una enfermedad imprevista puede generar gastos que comprometan las finanzas familiares e, incluso, llevar a la pérdida del patrimonio de toda una vida.
Una de las decisiones más acertadas dentro de la economía familiar es tener respaldado el patrimonio y eso únicamente lo puedes hacer mediante un seguro, el cual siempre será una inversión, no un gasto, porque responderá ante momentos críticos, como en el caso de las enfermedades, un accidente o una cirugía.
Es sin duda, la mejor forma de prevenir desequilibrios económicos para las familias.
Como su nombre lo indica un Seguro de Gastos Médicos Mayores en caso de que sufras algún accidente o enfermedad, la aseguradora cubre los gastos hospitalarios y médicos a cambio de cubrir una prima (costo del seguro).
Un Seguro de Gastos Médicos Mayores abarca gastos de hospitalización, atención médica, intervenciones quirúrgicas, medicamentos y análisis clínicos y otros servicios profesionales.
Esto dependerá de la compañía aseguradora y del plan que contrates.
Es importante verificar dos conceptos muy importantes antes de adquirir un Seguro de Gastos Médicos: el coaseguro y el deducible, ya que te podrían generar un impacto en tu bolsillo, porque son la participación que tendremos que cubrir al presentarse el siniestro que derive en atención médica.
¿QUE DEBO CONSIDERAR AL EVALUAR UN SEGURO DE GASTOS MÉDICOS MAYORES?
- Deducible: cantidad de dinero que aportas cada vez que ocurra un siniestro, para que te indemnice la aseguradora.
- Coaseguro: es un porcentaje que define cuánto deberás pagar del total de los gastos cubiertos por el seguro después del deducible. Por ser un porcentaje, entre mayor sea el costo del imprevisto, más tendrás que pagar.
- Red de Hospitales: integrada por los hospitales con los que la institución aseguradora mantiene convenio de pago y a los cuales puedes acceder.
- Tabulador de honorarios médicos: es el listado que especifica el monto máximo a pagar al médico tratante por cada procedimiento médico o quirúrgico.
- Medicina preventiva.
- Consultas con médicos de primer contacto (general, pediatría y ginecología).
- Consultas con médicos de especialidad.
- Exámenes de laboratorio, gabinete e imagenología.
Existen dos formas en las que las aseguradoras pueden cubrir los gastos médicos:
- Pago directo: la aseguradora liquidará los gastos derivados de la enfermedad o accidente directamente al prestador de servicios que se tenga en convenio.
- Reembolso: el asegurado realiza el pago directamente al prestador de servicio y posteriormente la institución financiera reintegra los gastos que procedan.
Existen algunos factores que determinan el valor de la prima o costo, como la edad, sexo, ocupación, plan, nivel de hospitales, tabulador médico, deducible y coaseguro.
¿QUE DEBEMOS TOMAR EN CUENTA AL CONTRATARLO?
- Busca una aseguradora que cuente con solidez financiera, de manera que pueda responder correctamente con la prestación del servicio.
- Recurre a Agentes de Seguros Autorizados por la CNSF que te ayuden a elegir la mejor póliza de acuerdo con tus necesidades familiares.
- Verifica las coberturas incluidas y no incluidas, ya que frecuentemente la gente contrata un seguro médico por ser económico sin detenerse a revisar qué coberturas están incluidas o no.
- Cuidado con las preexistencias previstas en tu póliza, es decir, aquellas enfermedades que una persona presenta antes de la contratación del seguro médico, ya que la aseguradora no se hará cargo de los gastos.
- Compara no solo los precios de los diferentes seguros médicos que te ofrecen las compañías aseguradoras, sino sus coberturas y características, ya que unos pesos de diferencia en la competencia pueden darte la oportunidad de disfrutar de un seguro más completo.
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